21 de septiembre de 2007
Con relación a las próximas elecciones para elegir a las autoridades de los pueblos que se encuentran en la jurisdicción municipal del Ayuntamiento de Mérida, señalamos la franca violación a los derechos que tenemos los pueblos mayas y que lejos de ser respetados y garantizados, tal y como lo marcan las leyes y tratados internacionales en materia de los derechos indígenas, somos cada vez despojados y agraviados en nuestros derechos.
La desesperada convocatoria para cumplir un trámite de ley y no caer en desacato demuestra la discriminación y racismo hacia nuestros pueblos.
Tan grave es el despojo de nuestros derechos que otra vez el Ayuntamiento no permitió la participación de nosotros, los vecinos y naturales de estos pueblos, para que formemos parte de esas decisiones.
El hecho de haber nombrado un “consejo”, integrado por empresarios totalmente ajenos a nosotros, para que vigile y avale nuestro derecho a elegir a nuestras autoridades, demuestra la arrogancia del poder por encima de la dignidad de nuestros pueblos.
Con este modo de actuar de la autoridad municipal se viola un derecho fundamental que tenemos los pueblos indígenas: la autonomía, la base principal que nos permite seguir siendo un pueblo maya.
Ante el hecho claro de la violación de nuestros derechos condenamos, una vez más, el despojo al derecho que tenemos de ser nosotros mismos quienes nos organicemos, de acuerdo a nuestras formas y modos, para elegir a nuestras autoridades.
Cabe señalar que, aun cuando en la ley municipal se degrade la figura de nuestras autoridades a simples auxiliares y representantes de los alcaldes, podemos decir que nuestras resistencias han sido más fuertes ante la mala fe de las leyes que con dolo se han hecho para borrar esa figura representativa que es indispensable para la sana convivencia de nuestros pueblos.
La formación de los famosos consejos comunitarios de participación ciudadana, que fueron creados por los Ayuntamientos panistas de Mérida para contrarrestarle autoridad a nuestros representantes, ha debilitado nuestras instituciones propias y confundido los deberes y obligaciones de nuestras autoridades para la comunidad.
Condenamos el trato desigual y excluyente que se da por parte de la autoridad municipal a nuestras comunidades.
Exigimos el reconocimiento de nuestras autoridades como legítimos representantes de nuestros pueblos y no como representantes del presidente municipal.
Exigimos que nuestra palabra sea escuchada en la toma de decisiones del cabildo, ya que somos los que vivimos en nuestros pueblos los que mejor conocemos cuáles son los servicios básicos que se necesitan en materia de política pública.
Exigimos el derecho a la consulta en cualquier acción encaminada a la alteración del orden establecido en nuestros pueblos.
Exigimos que el Ayuntamiento de Mérida, en cuya jurisdicción se encuentran todavía nuestros pueblos, respete nuestras instituciones jurídicas como lo son los juzgados de paz, así como nuestras asociaciones tradicionales que nos permiten el fortalecimiento de nuestra cultura.
Condenamos la cínica intromisión de los representantes de los partidos políticos, en este caso específico el PAN y el PRI, que no cuestionaron esta forma discriminatoria y excluyente del Ayuntamiento para realizar las elecciones, pero sí se metieron para acomodar a sus candidatos con el fin de fortalecer sus intereses partidistas.
Condenamos una vez más la manipulación de nuestros derechos por parte del cabildo y exigimos la pronta aplicación del derecho a la libre determinación que tenemos.
Condenamos cualquier acción de parte del Gobierno, así como del Ayuntamiento, que esté encaminada a aplicarse en nuestras comunidades y que se encuentre fuera del marco de las leyes y tratados internacionales en materia de nuestros derechos por ser un pueblo maya.
Los mayas tenemos derechos y exigimos su pleno reconocimiento y respeto.
Atentamente,
Silvia Chalé Euán, Randy Soberanis Dzul y José Anastasio Euán Romero.
Área del pueblo maya del equipo Indignación A.C.