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Nuestro chíichnáak’, nuestro coraje y nuestra indignación

28 Nov, 2024 | Comunicados

Nuestro Chíichnaak’

Nuestro coraje y nuestra indignación

CC. Integrantes del Honorable Cabildo del Municipio de Mérida, Yucatán.

Chablekal, Yucatán, noviembre de 2024

Ciudadana alcaldesa, ciudadanos regidores del cabildo, en el marco de las elecciones a comisarios municipales de los pueblos mayas de Mérida, y después de una profunda reflexión sobre los observado el día domingo 24 del presente año, vemos oportuno acudir ante este cabildo para hacerles saber nuestra molestia, preocupación y exigencias, todo esto ante una serie de leyes y reglamentos que ustedes siguen usando, para regular la vida de nuestros pueblos, y por consiguiente, violatorias a los derechos y garantías individuales y colectivas de nuestros pueblos mayas.

Queremos empezar diciéndoles que quienes estamos aquí somos Mayas, natos de Chablekal e integrantes del equipo de derechos humanos Indignación AC, que tiene como sede este pueblo. No representamos a nadie más que a nosotros mismos. Sabemos que nuestra palabra recoge, de alguna manera, las inquietudes de muchas personas que nos vamos encontrando en el camino y que no saben, o todavía no se atreven, a venir a decirles todas estas cosas.

Empezaremos por señalarles que nos molesta mucho que hoy todavía ustedes no reconozcan que los Comisarios son autoridades de nuestros pueblos y ustedes los han degradaron a sólo ser simples auxiliares y en el peor de los casos representantes de este Cabildo. Llamarlos “auxiliares” es un signo de inferioridad y de exclusión lo que acarrea consigo racismo. Si bien es cierto que ahora la ley orgánica del municipio indica que los comisarios son representantes del pueblo ante otras autoridades, esto no es ninguna novedad ¡siempre lo han sido!, esto no es suficiente reconocimiento a la verdadera figura de autoridad, que por muchos años ejercieron nuestros ancestros. Hoy los Comisarios se han convertido solamente en gestores de políticas públicas y ustedes dirán: “hacemos lo que nos marca la ley”, pero queremos decirles que, esas leyes son malísimas y no permiten que la relación entre los pueblos y los municipios sea el modo de reconocer el derecho que como pueblo originario tenemos.

Hasta hace apenas 34 años, en todos los pueblos mayas del municipio de Mérida, las elecciones para nuestras autoridades las organizábamos nosotros mismos, y siempre fue de acuerdo a nuestros “usos y costumbres”, es decir, de acuerdo al derecho consuetudinario aún vigente. Fue en ese año que empezaron el desmantelamiento paulatino de nuestros sistemas normativos de elección de autoridades y de impartición de justicia. Cuando se fueron dando estos atropellos a nuestros derechos, seguramente muchos de ustedes eran muy jóvenes, y aunque ustedes heredaron estas leyes y reglamentos clasistas y racistas, no vemos ninguna señal, o disposición de cambiarlas. Por eso, señoras y señores regidores, siguen legitimando estas leyes colonialistas, que en estos tiempos ya no se pueden seguir vigentes.

Si ustedes no conocen o no entienden el modo de vida de los pueblos mayas, no se justifica la complicidad continua con estas, la violación vigente de nuestros derechos y es hora de que se pongan a trabajar para adecuar las leyes a los tratados internacionales en materia de los derechos de los pueblos originarios. El pueblo maya de Yucatán no es solo pasado, artesanía y gastronomía como lo promueven ustedes, somos personas vivas, somos una nación con una identidad maya.

Queremos recordarles que, para el periodo municipal del 2010- 2012, la autoridad municipal, en contubernio con otras del poder judicial y el ejecutivo del estado, mancillaron una vez más el derecho del pueblo maya al desmantelar el sistema de justicia que en los pueblos recaía en la figura del juez de paz. Con este hecho una vez más se violaron los derechos fundamentales para la aplicación de la justicia comunitaria que por muchos siglos mantuvo la sana convivencia de nuestros pueblos. El juez de paz es una figura de autoridad que tendría que ser restablecida y no vemos por parte de ustedes alguna señal para hacerlo, es más, creemos que ni siquiera la entienden.

Ustedes no se dan cuenta que cada tres años cuando convocan para la elección de nuestras autoridades, están repitiendo una serie de argumentos jurídicos que solamente someten a los pueblos como si fuéremos súbditos en vez de ser ciudadanos. Sus leyes, señores regidores y regidoras, sólo legitiman el desprecio y la exclusión. Ya no se puede seguir aguantado esta carga histórica, ¿Cuándo piensan ustedes reconocer nuestros derechos a la libre determinación? Nos gustaría saber qué piensan sobre todo esto.

Nuestras exigencias para ustedes

Les queremos decir que en nuestro pueblo maya de Chablekal, estamos en esa búsqueda por recuperar nuestra autonomía. Somos pocos, no somos muchos, pero no hace falta que este todo el pueblo, ni siquiera ustedes como gobierno están juntos, todos están fraccionados por partidos. Nuestra exigencia es de manera firme y clara al cabildo de Mérida y al gobierno del Estado: Exigimos la restitución de nuestras

autoridades tradicionales, el comisario como primera autoridad con carácter representativo para estar al frente de su pueblo, no queremos un gestor de políticas públicas; Exigimos la restitución del juez de paz y exigimos también el manejo del cementerio del pueblo.

Exigimos la restitución de los policías comunitarios, que por muchos años fungieron como tal, pero sobre todo les exigimos a ustedes y sus partidos políticos dejen de meterse en nuestras elecciones ya que son los partidos políticos lo que siguen buscando corromper la relación que mantenemos entre la gente de los pueblos.

Seguramente se preguntarán qué tan importante son esas acciones que queremos que sean restituidas, pues se los decimos, estas son las bases mínimas que un pueblo originario necesita para seguirlo siendo, si ustedes no lo entienden trabajen en eso para que dejen de atropellar los derechos del pueblo maya.

Estas exigencias no sólo se fundamentan en el derecho a la libre determinación, sino también en la necesidad de preservar nuestra identidad cultural y prácticas comunitarias. Históricamente, en nuestro pueblo, el juez de paz ha sido una figura clave en la resolución de conflictos y en la administración de justicia dentro de la comunidad, actuando como un mediador que entiende y respeta las costumbres y valores locales. Ustedes, a cambio de esta figura ahora mandan pasantes de abogados para mediar en los problemas que tenemos y que lejos de solucionarlos sólo se agravan más.

La intervención del cabildo de Mérida en estos asuntos ha despojado al pueblo maya de Chablekal de su capacidad para autogobernarse y tomar decisiones que reflejen sus necesidades. Asimismo, el manejo del cementerio es un aspecto fundamental de la vida comunitaria, ya que no sólo se trata de un lugar de descanso para los ancestros, sino también de un espacio sagrado que refleja las creencias y tradiciones del pueblo. La administración externa de este lugar ha generado descontento y ha llevado a la comunidad a sentir que su conexión con sus raíces y su historia está siendo menospreciada. Estas exigencias son solo algunas de las consecuencias de lo que han provocado al condicionar los servicios públicos a los que tenemos derecho y el continuo racismo vigente.

Estas restituciones no sólo es un acto de justicia, sino también un paso necesario para garantizar que la comunidad pueda seguir ejerciendo su autonomía y preservando su identidad de pueblo originario. Si tanto hablan de un cambio de relación con el pueblo maya esto debería iniciar con el respeto a nuestra toma de decisiones y solución de conflictos.

La libre determinación es un derecho fundamental de los pueblos originarios, consagrado en diversos instrumentos internacionales y nacionales. En el caso del pueblo maya de Chablekal, la citada convocatoria del cabildo de Mérida para elegir un comisario refleja una relación asimétrica que vulnera este derecho lo cual se evidencia en lo rezado por los artículos 68, 68 bis, 69, 70 y 7 bis de la Ley de Gobierno de los Municipios del Estado de Yucatán, así como los artículos 1, 2, 4, 25, 26 y 27 del Reglamento de Elección de Autoridades Auxiliares del Ayuntamiento de Mérida, que no toma en cuenta la cosmovisión y las estructuras de autoridad propias de nuestras comunidades mayas. Estos derechos no son negociables, ni tampoco privilegios. Aún más, los derechos no están sujetos a elecciones y partidos mayoritarios.

Mérida, La Blanca, la que que no es nuestra, es quizá el ejemplo de muchas otras comisarías de todo el estado. Pero aquí siendo la capital, han hecho de este ejercicio democrático, un mecanismo que sin pudor refleja la relación que tienen como nosotros. El domingo pasado fue organizado todo desde sus escritorios , con personas desconocidas y ajenas a nuestros pueblos. Otra vez enviaron a personas, muchas de ellas que ni siquiera son mayas, ni hablan nuestro idioma, jóvenes profesionales que poco o nada saben de la vida en en nuestros pueblos.

¿De qué se trata?, ¿acaso piensan que somos incapaces de organizarnos o que necesitamos ser tutelados por estudiantes de universidades privadas para poder decidir nuestra vida?. Están muy equivocados y por eso estamos aquí. Es claro que la imposición de este sistema no sólo deslegitima nuestra forma de gobernanza, sino que también perpetúa una relación de subordinación y dependencia hacia las autoridades municipales, lo cual es evidentemente lo que se pretende en este caso concreto. Nosotros decimos ¡Ya basta!

Por otro último, y por lo que venimos a verles, es para exigirles se revisen todas esas leyes y reglamentes que no nos permiten a los pueblos ejercer nuestra libre determinación, la totalidad de los pueblos asentados que rodean el Municipio de Mérida, somos de origen maya y eso ustedes ya los saben.

Avasallados por el desordenado crecimiento urbano por los permisos de cambio de uso de suelo que han dado para la construcción de fraccionamientos de lujo, sin consultarnos y sin pensar todas las consecuencias que todo eso provoca, creen que el tiempo nos obligará a ser asimilados como una colonia más de esta insaciable ciudad. Reflexiones y comprométanse con el pueblo maya de hoy. Se requieren medidas urgentes para cortar esta flagrante violación a nuestro derecho primero: ser pueblo.

Han de aprender ha respetarnos, nosotros ya estábamos aquí antes de ustedes.

Finalmente les repetimos las palabras de nuestro abuelo, el Chilam Balam de Chumayel “Es mejor que nos sentemos para conversar y sacar buenos acuerdos para poder vivir en paz y en armonía, de lo contrario siempre estaremos en guerra”

Por Indignación AC

Pepe, Randy y Andrés

Maya ÓOL

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