15 de diciembre de 2007
Un cuaderno para comadrear
Propuesta pedagógica para recuperar la historia, analizar las distintas
violencias contra las mujeres y articular experiencias
El equipo Indignación presentó un “cuaderno para comadrear”, material que incluye 28 programas de audio y textos con biografías de mujeres que han participado en la transformación de su entorno y con situaciones que retratan distintas violencias contra las mujeres.
“A partir de las biografías de algunas mujeres, cuyas historias se mantienen al margen de la historia oficial, aprendemos sobre distintos países y realidades de tal forma que el cuaderno puede resultar un curso sobre geopolítica y feminismo”, afirmó el equipo Indignación durante la presentación del libro a integrantes de organizaciones comunitarias y populares.
“Amadrinó” la presentación del libro la doctora Doris Ruiz Galindo, mujer pionera en el trabajo de educación popular en México que, junto con otras personas, fundó el Centro de Estudios para el Desarrollo Rural (Cesder) en la Sierra de Puebla y que continúa impulsando propuestas educativas en los pueblos indígenas, como la Universidad Mixe en Oaxaca, la cual asesora, y una preparatoria en Chiapas.
Doris dijo que en los programas del cuaderno para comadrear encuentra tres enseñanzas o “consejos sabios” que le interesó destacar: la historia de nuestro pueblo y de otras mujeres es un camino liberador que proyecta un futuro lleno de esperanza y de vida buena (lekil kuxlejalil) para los pueblos. Añadió, sobre este primer eje, que el desconocimiento de la historia va borrando significados y deja crecer la desesperanza y propuso preguntarse cómo hicieron las mujeres cuyas biografías se presentan para cambiar su dolor en rabia que les dio energía para una vida nueva.
El segundo consejo es “júntense” y citó a Don Helder Cámara para decir que los sueños individuales se quedan en sueños y que son los sueños colectivos los que se hacen realidad.
Doris dijo que lo tercero que aprendió a partir del cuaderno es que no se nace luchadora ni sabía, sino que una se hace sabia y luchadora como respuesta a su historia.
Los programas de radio que incluye el “cuaderno para comadrear” se tomaron del portal electrónico de radialistas apasionadas y apasionados. A los textos el equipo Indignación les añadió un vocabulario redactado por sus integrantes así como preguntas que son una guía para comadrear.
El comadreo, actividad tan cotidiana y placentera, se recupera y se presenta como propuesta pedagógica que se inscribe en la lógica del “diálogo de saberes” y de la construcción colectiva del conocimiento.
La presentación se hizo en el Centro Loyola el lunes 10 de diciembre, que es el Último de los 16 días de activismo contra la violencia hacia las mujeres y es el día en el que se recuerda la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
En la presentación Raúl Lugo Rodríguez destacó la efeméride señalando que la declaración nació con un sesgo de género contrario a la igualdad, puesto que el antecedente inmediato fue la “Declaración de los Derechos del hombre y del ciudadano”, en el marco de la revolución francesa.
Jorge Fernández Mendiburu se refirió a los incumplimientos del Estado mexicano de las recomendaciones derivadas del capítulo 5 del Diagnóstico de la ONU en materia de derechos humanos, capítulo que se refiere a las garantías fundamentales de las mujeres. Asimismo, deploró la resolución de la Suprema Corte de Justicia que desdeñó las violaciones a los derechos humanos de la periodista Lydia Cacho y favoreció la impunidad de las autoridades involucradas.
Cristina Muñoz, Silvia Chalé y Martha Capetillo ejemplificaron cómo puede llevarse una reunión a partir de uno de los programas de audio y contaron la experiencia del diálogo en las reuniones comunitarias que llevó a hacer la propuesta del cuaderno para comadrear.
Entre las biografías se incluyen las de Rigoberta Menchú, la comandanta Ramona, las abuelas de la Plaza de Mayo, Gladis Marín y Olimpia de Gouges, entre otras. Los programas sobre situaciones de violencia abordan temas como la violencia física, la violencia verbal, el acoso laboral, la violencia patrimonial, entre otras.
En un ambiente fraternal, de confianza, entre “comadres” y algunos compadres dispuestos a “comadrear” y a aprender, se realizó la presentación del cuaderno. Previendo que el “comadreo” que se realizó en la presentación pudiera propiciar el compartir historias personales que requiriesen confianza y discreción de las y los asistentes, el equipo Indignación decidió comunicar el evento a los medios posteriormente y a través de este comunicado.