25 de noviembre de 2021
Diputadas del congreso de Yucatán
Buenas doñas diputadas.
Venimos para ver si nos pueden oír ustedes que son mujeres en este día que tanto van hablar de la violencia que vivimos.
Sabemos que ni nos conocen. Nos presentamos: somos las mujeres mayas del Chuunt’aan que antes les hemos mandado cartas, firmas, hasta hemos venido a sus oficinas. Ahora venimos solas. Hace mucho tiempo que nosotras estamos dándole al tsikbal para encontrar el modo de cambiar las cosas.
No es que antes no quisiéramos venir a hablar de mujeres, pero era como el embarazo, faltaba que llegaran todas las lunas.
Nosotras no sabemos si ustedes saben lo que le está pasando al pueblo maya de Yucatán, pero es casi casi imposible, si seguimos así, que nuestro pueblo pueda vivir sus derechos.
Cada ley que hacen, cada presupuesto, cada plan “de desarrollo” más amenaza nuestro derecho a la Libre Determinación. Poco a poco hemos parado su coche de los colonizadores nuevos, hijos de hacendados que otra vez “ofrecen progreso y trabajo”, y sólo traen despojo y, ahora más claro se ve, se roban el agua, el sol y el viento.
En eso estamos trabajando hace rato; cada día más pueblos se suman para ser un solo.
Pero hoy que tanto hablan de mujeres, violencia, patriarcado, feminismo y esas palabras que están usando, venimos a explicarles algo.
Nosotras como mayas estamos viendo que así como ustedes que no son mayas encontraron que eso que se llama patriarcado es un grandísimo y eterno problema, y que los hombres que mandan en los Estados nada más ni lo entienden… pensamos en traerles una palabra para ver si ustedes, como mujeres, entienden que están ayudando a que nunca se caiga ese patriarcado por no cambiar de verdad las cosas.
¿Sabían que hay una ley que terminó de despojarnos de nuestros modos de hacer justicia?
No estamos seguras pero creo ni mujeres había en esa pandilla que la hizo…
Dicen nuestros compañeros que “estaban dormidos” cuando la hicieron.
Hasta la Suprema Corte dijo que no vale porque exageraron en meterse hasta en eso ignorando nuestro derecho a la justicia y nuestro derecho a hacer la justicia que de por sí hacemos. Y ni caso le hicieron en el congreso de aquí, sigue esa ley sin quitarla.
Pero antes ya nos habían perjudicado bastante. Nos quitaron nuestros Juzgados dePaz, ahora ponen sólo a quienes tienen carrera de abogados, que vienen ya con el cerebro lavado.
Y hasta lo presumen: aquí sólo vale esta justicia… y ni siquiera saben del pluralismo jurídico ni de nuestros sistemas normativos. Lo ven, sabemos nuestros derechos.
No se lo hacemos largo: las mujeres que viven violencia en los pueblos están peor ahorita. Si quieren se los explicamos. Pero mejor salgan y oigan lo que pasa.
Antes, ante la violencia de un macho, se hacía la justicia en el pueblo: toda las familias se comprometían y se solucionaba en la comunidad todo. ¿Que quieren datos para pensar esto? Ante un delito, se actuaba, teníamos nuestra justicia en nuestros pueblos, en nuestro modo, en nuestra lengua, de acuerdo con nuestra manera de hacer la justicia y eso paraba la violencia. Pero nos reventaron: esa gente de la ciudad que poco sabe pero que creen que lo saben todo dijeron que nuestra justicia no sirve y para ir a Mérida a que nos discriminen mejor no vamos. Lastimaron nuestros sistemas de justicia y ya no tenemos cómo enfrentar la violencia. Creemos que muchos feminicidios se hubieran evitado cuando podíamos hacer la justicia en nuestros pueblos.
Eso que nos hicieron es racismo y nos condenó a más violencia.
Entonces pues venimos a explicarles que mientras no nos respeten nuestro derecho a solucionar nuestros conflictos como lo sabemos hacer, si siguen obligando a buscar la justicia en esos ministerios públicos donde hay algunas mujeres pero casi ninguna habla maya (coraje nos da y rabia contarles las violaciones a varones y en Castilla), mientras sólo valga la justicia de Mérida, vamos a seguir víctimas de la violencia pero la que ustedes nos hacen.
Eso es lo que les queremos explicar, a ver si lo entienden.
Queremos ya para terminar que empujen todo lo que puedan para que liberen a Zelina de la cárcel de Tekax y liberen también a las que están presas por abortos involuntarios acusadas de un falso “homicidio en razón de parentesco”.
Les mandamos saludos, aunque ni las conocemos
Desde el Xchuunt’aano’ob:
Severiana Pat
Patricia Euan Romero
Alicia Sanchez
Lupita Chan
Veronica Rosado
Concepciona Coot
Margarita Carvajal
Angelica Padrón
Veronica Padrón
Lidia Cruz
Brenda Euan
Teresita de Jesús Hau
Paula Hau
Micaela Valadez
Lupita Xiu
Silvia Chale. Contacto.