Siete años de luchar y resistir en contra del Estado mexicano y sus instituciones, entre ellas, el ejido, un ejido que ahora le exige al gobierno de México le sea reconocido y respetado sus derechos. Sin embargo, ese ejido se ha negado a respetar el derecho humano a la tenencia de la tierra y al territorio de las y los pobladores de Chablekal.
Son siete años de organización y resistencia popular y lucha jurídica. En todo este tiempo pobladores y ejidatarios cambiamos nuestra manera de entender el derecho humano a la tenencia de la tierra y el territorio. Los pobladores dijimos desde que nos constituimos que somo parte de un pueblo maya y que nuestro territorio es anterior a la existencia misma de México o la invasión española, porque los nuestros son montes ancestrales (tierras de nuestros antepasados), que después nos las arrebataron los hacendados y todavía después, el gobierno decidió que iban a ser tierras ejidales, cuando en realidad eran montes del pueblo maya de Chablekal. Cuando dijimos esto hace siete años, el Tribunal Agrario y el ejido nos dijeron que estábamos locos, que sólo existen tierras ejidales, que Chablekal era un pueblo que surgió con la dotación ejidal, o sea, en los años de la Revolución. Ahora nos da gusto ver y escuchar que los ejidatarios y el ejido reconocen que son mayas, que nuestros montes son ancestrales, y Chablekal es un pueblo maya ¡Miren cuánto hemos cambiado nuestra manera de pensar y de entender! ¡Entonces las y los pobladores tenemos la razón, nuestra demanda es justa y legítima! Nosotros ya sabíamos que no estábamos locos, pero ahora son los propios ejidatarios y ejidatarias quienes nos dan la razón.
Los pobladores y las pobladoras que conformamos la Unión, nos hemos enfrentando al Tribunal Agrario, a las instituciones agrarias y al interés del propio ejido, quienes no pueden ni quieren respetar ni siquiera las leyes que ellos han hecho, sus propias leyes agrarias. Dos comisarios ejidales, el inmediato anterior y el actual han violado la suspensión que los jueces grandes ordenaron para que se nos conceda y para que el ejido respete nuestra posesión en el monte de Misnebalam. El anterior vendió 120 hectáreas y el actual quiere parcelar y luego vender el resto del monte de Misnebalam. El comisariado actual exige con bombo y platillo para que sean reconocidos y respetados sus derechos, pero ni de chiste quiere reconocer y respetar el derecho de los pobladores. Como diría un dicho, a Dios rogando y con el mazo dando.
Siete años ya de lucha y organización popular y hasta ahora los pobladores mayas de Chablekal seguimos de pie. Unos, por propias razones, más activos que otros, pero todos están ahí. Las mujeres del grupo sin lugar a duda han hecho un excelente trabajo, su energía, su carisma, pero sobre todo sus esperanzas han sostenido a muchos en esta lucha, muchas páginas de esta historia la están escribiendo ellas. También nos han dicho que quieren un mundo más digno para sus hijos, para sus nietos y también para sus bisnietos, y por esa razón la están construyendo. No piden caridad de dinero, ellas están cambiando el mundo.
Siete años de resguardar el monte de Misnebalam. De cuidarlo para que nuevamente vuelva a ser monte después de la devastación de la agroindustria que arrasó con todo para sembrarlo nada más con henequén. Son siete años en que hemos cuidado los múules, o cómo otros les llaman, nuestros yacimientos arqueológicos, ya que mientras otros lo rentan o lo venden para que otros lo vean y disfruten, la Unión los ha resguardado para ser los custodios de nuestro propio pasado y nuestra memoria.
Siete años de sostener la esperanza de que las cosas pueden cambiar. La Unión de Pobladores cuestionó y sembró de buena fe la duda del actuar del ejido sobre el resto de la población. Esto aun cuando no les guste a los ejidatarios sacudió de fondo el actuar del ejido y lo obligo a pensar. Ahora el ejido sabe que han hecho muchas barbaridades y que ha perjudicado gravemente al pueblo. Hoy todavía dudamos mucho en que puedan cambiar, pero todo puede ser posible.
Siete años de construir lo que queremos para ahora y para el futuro, en la Unión hoy más que nunca tenemos mucha claridad en lo queremos que pase en el monte de Misnebalam, hemos sido capaces de construir un proyecto de vida para muchos años, creemos que esos son los proyectos que aguantan y duran. Para la Unión eso es un derecho digno que puede garantizarnos vida plena y digan por muchas generaciones, el dinero inmediato no es el interés de la Unión, y como diría mi abuelito, el dinero fácil zumbando viene y zumbando se va. Esto lo decimos porque muchas veces nos han dicho algunos ejidatarios que la Unión solo quiere dinero, y que algún día vamos a vender el monte de Misnebalam, ¡El que lo quiere vender, y lo ha dicho abiertamente, es el comisario actual!
Siete años de espera y nadie se cansa. La Unión de pobladores está siempre pendiente y vigilante, sabemos de algunas malas prácticas e intenciones que se están tramando para perjudicarnos en nuestras luchas, no les tenemos miedo, la razón nos asiste. Sabemos que el comisario esta terco en empujar a los ejidatarios para que entren a la fuerza a Misnebalam, él sabe que legalmente no pueden entrar, la suspensión está vigente. Hay un dicho que dice que a lo macho ni los zapatos entran. Sobraría exhortar al comisario y al ejido, pero no está de más decirles, que si son capaces de exigir respeto para ellos, sean capaces también de respetar el derecho de los otros. El ejido no puede seguir exigiendo que le respeten sus derechos, si ellos no son capaces de respetar los derechos ajenos. El ejido no puede seguir exigiendo lo que él no es capaz de dar.
En la unión nadie se rinde, tampoco nos cansamos, no tenemos miedo, tenemos dignidad.
Unión de pobladoras y pobladores de Chablekal, por el derecho a la tenencia de la tierra, el territorio, y los recursos naturales
Transmisión de la celebración: https://fb.watch/7QTfAUeg0h/
Dossier de prensa: https://indignacion.org.mx/chablekal-pueblo-maya-contra-el-sistema-agrario-y-la-especulacion-inmobiliaria/