Causas y luchas
Comunicados
Publicaciones
Indignación
Contacto

Restitución de tierras, demanda Halachó ante Tribunal Agrario

23 Abr, 2015 | Comunicados, Pueblo Maya

Empresario invade territorio y criminaliza a campesinos mayas

Equipo Indignación A.C.

 

A través de una demanda de acción restitutoria, presentada hoy ante el Tribunal Unitario Agrario, campesinos mayas ejidatarios de Halachó defienden sus tierras, invadidas por el señor Herbert Zumárraga.

Además del despojo de sus tierras y la afectación de su territorio, los ejidatarios enfrentan desde hace 5 años un hostigamiento judicial por parte del señor Zumárraga, quien a raíz de la adquisición de la Quinta San Jerónimo Kuncheila, se arroga la propiedad de una extensión mucho mayor de hectáreas que rodean la quinta.

La acción restitutoria pretende obtener una resolución agraria para enfrentar el despojo de más de 500 hectáreas que ha invadido y cercado el empresario, y demostrar que se trata de tierras ejidales y comunales y, a fin de cuentas, parte del territorio que como pueblo maya les corresponde.

Más de 40 campesinos han sido criminalizados, puesto que el señor Zumárraga ha interpuesto denuncias acusándolos falsamente y sin pruebas de daño en propiedad ajena y robo (de postes).

Lamentablemente las instancias de procuración y administración de justicia han permitido que prosperen demandas a pesar de la vaguedad, la falta de pruebas y lo absurdo de las acusaciones, además de que la mayor parte de los inculpados tiene más de sesenta años e incluso algunos ya fallecieron.

Efectivamente, dos acusaciones contra más de cuarenta ejidatarios mayores de edad criminalizan a quienes están siendo despojados de sus tierras e intentan defenderse. Estas acusaciones han derivado en múltiples perjuicios para el ejido y para los campesinos mayas, puesto que han enfrentado detenciones y costos muy altos por cauciones excesivas para poder estar en libertad, a pesar de no cuentan con recursos puesto que son campesinos que se dedican a sembrar principalmente la milpa.

La primera acusación penal contra campesinos de Halachó fue presentada en abril de 2010 por daño en propiedad, supuestamente por haber destruido una cerca de púas, pero lo absurdo es que procediera a pesar de que se acusa a personas que fueron señaladas después de interpuesta la denuncia, sin que haya pruebas o deslinde de la responsabilidad, lo que hace evidente que se acusa falsamente.

La otra demanda, también del 2010, a la acusación de daño en propiedad ajena suma la de robo de postes, ahora contra 40 campesinos. Los acusados niegan absolutamente cualquier participación en esos hechos y, a pesar de que se les ha acusado sin pruebas, han sido detenidos algunos de ellos. A través de amparo y de pago de multas están en libertad en este momento, pero permanentemente amenazados y ahora hay una nueva acusación contra campesinos de Halachó.

Tanto el despojo como la criminalización exhiben incumplimientos del estado mexicano en el reconocimiento, respeto y la protección eficaz de lo derechos del pueblo maya. Permitir que acusaciones sin fundamento contra personas mayores procedan, imponer altas multas exhiben que instancias de procuración e impartición de justicia contribuyen a criminalizar, discriminan y, en la práctica, actúan en contra de integrantes del pueblo maya que defienden su tierra.

A quienes integramos el equipo Indignación nos preocupa que, por acciones u omisiones, complicidades o impericia, el estado mexicano permita despojos a las tierras y territorios del pueblo maya.

Las acciones en defensa del territorio tendrían que ser más firmes y eficaces y conformar una política permanente que evite invasiones, despojos o especulación de tierras.

De acuerdo con la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, los Estados están obligados a establecer mecanismos eficaces para la prevención y el resarcimiento de todo acto que tenga por objeto o consecuencia desposeerlos de sus tierras, territorios o recursos (Artículo 8).

En el año 2010, campesinos mayas de Halachó observaron que parte de sus tierras ejidales, alrededor de 500 hectáreas que se encuentran en la periferia de una pequeña propiedad de ocho hectáreas, conocida como Quinta San Jerónimo Kuncheilá, en las cuales realizan el trabajo de sus milpas, parcelas de cítricos y agroforestales estaban siendo invadidas y cercadas con alambre de púas.

Según testimonio de los campesinos, esta quinta denominada San Jerónimo Kuncheilá, es una pequeña propiedad no mayor de ocho hectáreas, de acuerdo con documentos muy antiguos. Por esa razón les llamo mucho la atención que ahora el actual propietario haya abarcado y al mismo tiempo se esté adjudicando una superficie mayor a las 500 hectáreas.

La acción restitutoria se suma a una estrategia del pueblo de Halachó para enfrentar estas agresiones. La estrategia incluye también mecanismos para enfrentar la criminalización y el hostigamiento judicial, así como exigir al Estado mexicano revertir el sometimiento que muestra ante intereses económicos que afectan tierras y territorios del pueblo maya.

La semana pasada campesinos mayas de Halachó plantearon a la relatora sobre derechos de los pueblos indígenas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Rosse-Marie Belle Antoine, que estuvo de visita en Yucatán, el despojo y la criminalización que enfrentan, así como las acciones que han emprendido. A la relatora se le hizo llegar información adicional sobre este y otros casos.

23 de abril de 2015

Entradas relacionadas

Carta a Mar

Hola Compañera! ¿Cómo están en tu casa? El Enano y el compañero, tu mamá y tus hermanas?Recordamos mucho a tu hermano estos días; aquí pusimos su nombre en el altar. Oye, te escribimos hoy, 25 de noviembre, como cada año, para volverte a dar las gracias por todo lo...

Al pueblo maya de Homún con resistencia y en rebeldía

Homún 23 de noviembre de 2023 Estimadas y estimados compañeros que asistieron a la asamblea informativa en Homún de hace una semanas, ¿cómo están?, les saludamos con mucha admiración como siempre. Sabemos que los pixanes han visitado los cenotes, que nunca nos dejan y...