Mérida, Yucatán a 25 de agosto de 2021
Hemos venido hasta la ciudad de Mérida para hacer la entrega de estas cartas, que escribieron las niñas y niños, ellas y ellos también se sienten guardianes de los cenotes de Homún ¡y claro que lo son! ¡Cómo no serlo, si desde chicos ya están envueltos por estas maravillas que son los cenotes!
Ellas y ellos quieren hacerle llegar su palabra, querían plasmar esto que les dice su corazón y hacerlo saber al Juez, porque ya oyeron que mañana definirá si mantiene o no la suspensión que tiene la granja PAPO desde el 9 de octubre de 2018.
Nosotros y nosotras como tutoras de los chichan kanan ts’ono’oto’ob, de los pequeños y pequeñas guardianes de los cenotes, estamos aquí acompañándolos para hacer entrega de estas palabra que tienen para el Juez.
También queremos decirles, que el pueblo maya de Homún sigue unido y sigue fuerte. Estamos atentos a la resolución de mañana y queremos agradecer a los medios que han venido hasta acá para acompañar esta acción, que para nosotros es muy significativa.
Quizá para el Juez no lo sea, a lo mejor dice, y a mí qué me tienen que venir a decir unos cuantos niños, pero para nosotras, es muy importante su palabra, no porque sean nuestros hijos e hijas, sino por la responsabilidad que tenemos para que sigan creciendo y para que tengan, como decimos, un ma’alob kuxtal, un buen vivir en nuestro pueblo.
Queremos aprovechar también para recordarle al Juez que el pueblo de Homún ya decidió que no quiere la granja. Ese derecho, que sabemos que tenemos que es el de decidir cómo queremos la vida en nuestro pueblo, no nos lo han querido respetar, queremos preguntarle a los jueces, hasta cuándo van a seguir decidiendo por nosotros. Nosotros también sabemos hacer justicia, tomar acuerdos y conversar que nos conviene como pueblo, pero los jueces y las leyes de los que no son mayas no nos están respetando nuestra justicia.
Les vamos a avisar muy pronto de la siguiente acción que vamos a hacer, les pedimos por favor estar atentos y atentas.
Gracias por acompañarnos el día de hoy y seguimos diciendo lo mismo que dijimos desde el principio:
No nos rendimos.
En el pueblo manda el pueblo.
Nunca más sin nuestro permiso.