Trabajadoras sexuales enfrentan, en Mérida, detenciones arbitrarias, extorsiones, discriminación y violencia de parte de la policía municipal de Mérida, alerta el equipo Indignación en el texto elaborado para el Foro de Análisis sobre esa materia convocado por el Ayuntamiento de esta ciudad y el comité respectivo.
Es indispensable que cualquier discusión sobre el trabajo sexual se aborde con un enfoque basado en los derechos humanos, exige Indignación después de indicar que, antes que la invitación a participar en este foro, recibió denuncias de mujeres que han sido detenidas y hostigadas y que sus consideraciones abordarán principalmente ese realidad impune.
En Mérida, toda persona que a juicio de la policía esté vestida de manera “provocativa” está obligada a demostrar que no está ejerciendo la prostitución y que no está ligada a la delincuencia organizada en su modalidad de trata de personas con fines de explotación sexual.
Organizaciones de derechos humanos en todo México hemos denunciado las omisiones de los gobiernos y la negligencia para combatir y erradicar la trata de personas, pero la detención de personas en la calle bajo el pretexto de que están ejerciendo la prostitución está muy lejos de combatir la trata e implica detención arbitraria y discriminación por parte de los agentes que las detienen.
Un enfoque basado en los derechos humanos requiere considerar (y para el Estado garantizar) el Derecho a la autonomía económica, Derecho a la elección ocupacional, Derecho a la autodeterminación sexual, Derecho a la salud / salud sexual y reproductiva y el Derecho a la integridad física.
Asimismo, de acuerdo con Naciones Unidas, todo profesional del sexo tiene el derecho de dejar el trabajo sexual si así lo desea y de tener acceso significativo a las opciones de empleo no relacionado con el comercio sexual. No conocemos un programa del gobierno del estado o del municipio de Mérida en este sentido, señala Indignación.
La ambigüedad del actual bando de policía y gobierno del municipio de Mérida es propicio para todo tipo de abusos y para encubrir la arbitrariedad de las autoridades, denuncia Indignación.
Es indispensable añadir, en el marco de esta discusión, que toda persona tiene derecho al libre tránsito y a la presunción de inocencia. Vestir de una determinada forma no implica ejercer el trabajo sexual. Ejercer el trabajo sexual no implica ser parte de una red de explotación sexual y nadie está obligada a demostrarlo. Las autoridades están obligadas a respetar los derechos humanos de todas las personas.
Las distintas autoridades tienen la obligación de elaborar una estrategia completa para investigar, denunciar y eliminar la trata de personas y esa estrategia de ninguna manera puede sostenerse en la criminalización, violencia y violaciones contra mujeres sea que ejerzan o no el trabajo sexual.
Indignación hace públicas sus consideraciones en esta materia en el marco del día internacional de la mujer. El texto completo puede consultarse apretando en el siguiente vínculo o en la imagen: