Lic. Andrés Manuel López Obrador
Presidente de los Estados Unidos Mexicanos
Ing. María Luisa Albores González
Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT)
Las suscritas y suscritos, representantes de diversos pueblos mayas de la península de Yucatán, afectadas por la implementación de granjas porcinas en nuestro territorio, acudimos a ustedes para manifestar lo siguiente:
PRIMERO. Como es de su conocimiento, la porcicultura a gran escala en el estado de Yucatán se ha consolidado como una actividad económica en los últimos años, siendo nuestro estado la región con mayor crecimiento en ese rubro a nivel nacional. El establecimiento de granjas con miles de cabezas de cerdos, es una actividad empresarial que tiene múltiples impactos ambientales y se ha desarrollado en nuestros territorios, violando nuestra autonomía y libre determinación, y afectando gravemente nuestra tierra, agua, recursos naturales y formas de vida. A raíz de ello muchos pueblos, entre ellos los que suscribimos, hemos denunciado por diversas vías las afectaciones ambientales, sociales, culturales y territoriales que esta industria a gran escala nos genera, solicitando a los tres niveles de gobierno la implementación de medidas normativas y administrativas que pongan freno a esta actividad y garanticen nuestro derecho a la libre determinación y a un medio ambiente sano. Como lo es la denuncia popular con número PFPA/5.3/2C.28.2/00006-19, que presentamos 21 pueblos mayas ante Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) a finales del 2020. Hasta la fecha ninguna autoridad nos ha escuchado.
SEGUNDO. Es por ello que, con asombro notamos que en el comunicado de prensa número 19/22, emitido el 25 de marzo del presente año, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), admite que uno de los principales problemas ambientales en la península de Yucatán es el incremento de granjas de cerdos. De manera textual, dicho boletín señala que:
“Se permitió el crecimiento indiscriminado de granjas porcícolas. Por ejemplo, en el estado de Yucatán la Asociación de Porcicultores local ha mencionado tener al menos 500 granjas en 50 municipios de la entidad, cuyas afectaciones a la salud humana y ambiental por deforestación, desequilibrio ecológico y contaminación de cenotes es innegable, y se acrecienta por las características cársticas de sus suelos.”
Nos sorprende esta afirmación, no porque no sea cierta, sino porque hasta la fecha son nulas las acciones que desde el Ejecutivo Federal (y del Estatal), se han implementado para detener esta actividad que afecta gravemente a nuestros pueblos. Sobre el particular es preciso recordarle que, de los múltiples viajes que el representante del Ejecutivo y su comitiva han hecho a la península de Yucatán, en ninguno de ellos se ha posicionado sobre el tema o reunido con las comunidades afectadas por esta industria para escucharnos y atender nuestras peticiones al respecto. Tampoco hemos tenido respuesta de la encargada de SEMARNAT, a pesar de que le hicimos una invitación expresa a finales del año pasado para reunirse y escuchar a los pueblos afectados por la industria porcina.
TERCERO. Frente a esta situación, nuevamente y de manera abierta, queremos invitarles a que se reúnan con los pueblos que estamos, a través de diversas vías, haciendo frente a esta industria que contamina nuestro territorio, el agua y pone en riesgo nuestra subsistencia e identidad cultural. Queremos contarle de viva voz las afectaciones que vivimos y las medidas que, en ejercicio de nuestro derecho a la libre determinación, hemos tomado y que no han sido respetadas por las autoridades de ningún nivel. En el contexto de un país pluricultural como el nuestro, resulta indispensable el diálogo intercultural horizontal entre los pueblos originarios y las autoridades en turno, de tal manera que la perspectiva de desarrollo regional tome en consideración la mirada y proyecto de vida de esos pueblos, obligación derivada del Artículo 2 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), y de la Declaración de Naciones Unidas sobre Pueblos Indígenas.
Ante este panorama, les extendemos una invitación para visitarnos entre el 6 al 13 de abril en el pueblo de Homún, donde desde hace 6 años llevamos un proceso de defensa de nuestro territorio y nuestra agua de las operaciones de una mega granja de 49,000 cerdos. Nosotros y otros pueblos que viven los impactos de esa industria queremos entablar una mesa de diálogo sobre las acciones que se deben llevar a cabo para proteger el agua, el medio ambiente, la salud y nuestros derechos como pueblo maya. Esperamos que las autoridades y dependencias además tomen las acciones correspondientes para garantizar nuestros derechos.
Atentamente:
Comité maya de Homún “Kana’an Ts’onot” (Guardianes de los Cenotes)
Consejo Maya del Poniente de Yucatán “Chik´in-já”
Colectivo Cantukún
La Esperanza de Sitilpech
Comité Vecinal de Yaxkukul
Kanan Lu´um Chapab (Defensores de la Tierra)
Misioneros A.C.