31 de diciembre de 2009
Mes y medio después de la audiencia que se realizó en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, don Ricardo Ucán Seca está en libertad.
El caso llegó a la CIDH porque a don Ricardo, indígena maya sentenciado a 22 años de prisión por privar de la vida a una persona en defensa de su vida y la de su familia, se le violí³ el derecho a una defensa adecuada, a contar con intérprete traductor y se cometió contra él discriminación.
Don Ricardo Ucán Seca, detenido desde junio del año dos mil, ha atraído la atención y recibido la solidaridad de organizaciones y personas de México y del mundo. Su caso fue incluido en el informe de Amnistía Internacional sobre el sistema penal mexicano (2007).
En los nueve años que estuvo preso, don Ricardo ha recibido la simpatía de artistas locales y nacionales que han participado en campañas para promover su libertad. Las embajadas mexicanas de lugares como Alemania, Inglaterra, Australia y Estados Unidos han recibido numerosas cartas de activistas de esos paÍses que piden su libertad.
En febrero de 2007 el entonces Relator para Pueblos Indígenas de la ONU, Rodolfo Stavenhaguen, se dirigió a los representantes de los tres poderes del estado solicitando incluir en la legislación yucateca la figura del indulto y concedérselo a don Ricardo Ucán. Dicho exhorto fue ignorado, junto con la petición del Relator de hacer una ley contra la discriminación.
Ese mismo año más de ochocientas firmas reunidas en un solo mes en Yucatán se presentaron ante el Congreso del estado solicitando el indulto para don Ricardo Ucán Seca. En 2008 la CIDH admitió el caso.
Para el equipo Indignación, organización que es copeticionaria ante la CIDH junto con la Red Todos los Derechos para Todas y Todos, el caso de don Ricardo Ucán Seca ha sido emblemático pues exhibe la discriminación que persiste contra el pueblo maya de Yucatán, particularmente en el ámbito de la justicia.
En la audiencia ante la CIDH, realizada el pasado 5 de noviembre, el Estado mexicano se comprometió a encontrar la vía para una solución amistosa al caso. Dicha solución se concreta mediante un acuerdo que implica la libertad inmediata de don Ricardo Ucán por vía administrativa, de acuerdo con facultades del Ejecutivo.
Quienes integramos el equipo Indignación nos alegramos junto con don Ricardo, con doña Donaciana, su esposa, y con toda su familia. En esta liberación reconocemos, valoramos y agradecemos todo el esfuerzo de la sociedad civil local, nacional e internacional.
La libertad de don Ricardo tiene un enorme significado y representa un importante triunfo en el trabajo de lograr que se respeten plenamente los derechos del pueblo maya de la península de Yucatán.
Don Ricardo Ucán puso en evidencia un sistema de justicia que discrimina a los integrantes de los pueblos originarios; les niega un juicio justo, una defensa adecuada y una procuración y administración de justicia en su propia lengua y en respeto de sus sistemas normativos propios.
Confiamos en que el caso de don Ricardo Ucán contribuya a modificar estas condiciones y favorezca el reconocimiento y el pleno respeto a los derechos del pueblo maya de Yucatán.